Seleccione su idioma

La promesa del Gobierno Abierto

La promesa del Gobierno Abierto

PREÁMBULO
Joan Subirats
¿Ha sido realmente significativo el impacto de internet en los procesos de intervención política y administrativa? En este volumen, que tengo el honor de introducir, se nos ofrecen muchas pistas y elementos para poder argumentar mejor sobre un tema sin duda crucial. La respuesta puede ser contradictoria, pero lo que no ofrece dudas, desde mi punto de vista, es que estamos en pleno cambio de época, y que en ese interregno el cambio tecnológico es el elemento determinante.

En el campo de la política, de las políticas y de la gestión pública, lo que importa es analizar las estrategias de adaptación-transformación adoptadas por los distintos actores e instituciones, entendiendo que todo gran proceso de cambio, y este lo es, pone en cuestión posiciones de poder y procesos considerados casi como “naturales”. No hay duda que lo importante es dilucidar si internet es simplemente un nuevo instrumento, una nueva herramienta a disposición de los operadores políticos y de los gestores públicos para seguir haciendo lo que hacían, o significa realmente una sacudida, un cambio importante en la forma de llevar a cabo su función.


Desde nuestro punto de vista, y siguiendo una afortunada expresión de Mark Poster, internet no es un “martillo” nuevo que sirve para clavar más deprisa o con mayor comodidad los “clavos” de siempre. Esa visión reduce la revolución tecnológica y social que implica internet a un mero cambio de instrumental operativo. Desde esa perspectiva, las relaciones de poder, las estructuras organizativas, los procedimientos administrativos o las jerarquías e intermediaciones establecidas no variarían. Lo que quedaría afectado es su eficiencia, su rapidez, su forma concreta de operar, pero no, como decíamos, la lógica de los procesos, las dinámicas de intermediación o los equilibrios de poder. En cambio, si entendemos que internet modifica la forma de relacionarnos e interactuar hasta el punto que puede alterar o hacer prescindir totalmente de los procesos de intermediación pre-existentes, generando vínculos y lazos mucho más directos y horizontales, coincidiremos en que estamos ante un cambio en profundidad de nuestras sociedades. No forzosamente mejor, no forzosamente más justo, pero sin duda distinto. Desde este punto de vista, internet expresa otro orden social, otro “país”. No nos obliga solo a modificar las respuestas, nos permite replantear las
preguntas.

Lo cierto es que, hasta ahora, muchas veces cuando se ha hecho referencia a expresiones como “e-democracy” o “e-government”, más bien lo que se ha hecho es no poner en cuestión ni lo que se hacia ni la forma de hacerlo, sino más bien buscar en el nuevo recurso tecnológico disponible una forma más eficiente, más ágil, más rápida de llevar a cabo las rutinas procedimentales previas. Sin salir, por tanto, de la lógica instrumental, o “martillo” a la que antes aludíamos. Si nos referimos a lo que se ha venido a denominar como “e-democracy”, se observan intentos más o menos logrados de mejorar, usando internet, la polity, es decir, la forma concreta de operar el sistema o régimen político y las relaciones
entre instituciones y ciudadanía. Y cuando encontramos referencias al “e-government” o a la “e-administration”, observamos el intento de aplicar las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en el campo más específico de las policies (o sea, de las políticas públicas) y, sobre todo, en su gestión. No siempre estos procesos de mejora y de innovación vía internet tratan de explorar nuevas preguntas o reformulaciones de las ya existentes, sino que se sitúan en el estricto campo de la mejora de lo ya existente. Y probablemente
estaremos de acuerdo en que muchas de nuestras democracias necesitan algo más que una capa de pintura....

Para acceder a la version electrónica de este libro haga clic aqui La promesa del Gobierno Abierto

Add comment

Número de Socios
15455